El "pie que habla" es una metáfora profunda y poderosa dentro del enfoque del trabajo corporal holístico. Tus pies, aunque puedan parecer una parte simple de tu cuerpo, reflejan con precisión el estado general de tu organismo, acumulando tensiones, bloqueos y patrones repetitivos que, con el tiempo, pueden influir en tu libertad de movimiento, tu postura y tu bienestar general. Pero su importancia no termina ahí: también son una ventana hacia tu mundo emocional, revelando cómo te relacionas con tus emociones, el amor que eres capaz de ofrecer al mundo que te rodea y el amor propio que te brindas a ti mismo. A través de la observación y el trabajo con ellos, puedes descubrir aspectos profundos de cómo actúas en tu vida cotidiana, identificar cómo gestionas tus emociones y discernir cuáles de ellas predominan en tu día a día. 

Después de siete años escuchando las historias de las personas y observando a través de la Analysis de los pies, descubrí y aprendí algo invaluable.

Entendí que las emociones están ahí simplemente para ser sentidas, sin más. Además, al observar a las personas y su manera de caminar por la vida, noté que todos, de algún modo, han construido barreras para proteger su corazón. Sin embargo, actuar desde ese espacio de protección limita nuestra capacidad de vivir plenamente. Abrir el corazón es un acto que combina tanto belleza como dolor, pero es también lo que nos devuelve a la vida. Al menos, esa ha sido mi experiencia y la de muchas personas a las que he tenido el privilegio de acompañar en este camino.